Con el huevo comienza el ciclo, ya habrá sido colocado por la polilla hembra, en la planta que servirá de alimento a las larvas. La eclosión, generalmente, tiene lugar pocos días después de la puesta.
Los huevos son una prueba de la gran variabilidad de especies que podremos encontrar, ya sea por el color, que puede variar del blanco puro al rojo intenso, o por la forma, pueden ser globulares, ovoides, aplanados, deprimidos, estrellados, en forma de botella…
Hay especies que realizan las puestas agrupando los huevos. La mariposa pone muchos huevos, la mayoría entre 100 y 500, para asegurar la supervivencia frente a tanto depredador.