Son especies exóticas introducidas voluntaria o involuntariamente por el ser humano, que son capaces de mantener sus poblaciones de forma autónoma, extenderse y alterar varios procesos ecosistémicos clave, como la productividad y los ciclos biogeoquímicos. Los seres humanos hemos tenido un papel importante al influir en el número y tipo de especies de mariposas nocturnas que llegan a las Islas Baleares. Algunas pocas convertidas en especies invasoras, han llegado a las islas con los productos importados, en los barcos de transporte o asociados con el comercio hortícola. Pero de todas las que llegan, pocas especies sobreviven hasta el punto de establecer una población de cría. Esta situación puede ser diferente en el futuro, con el cambio climático y la asociación con las plantas exóticas, que quizás favorecerá un incremento del éxito de la colonización de especies alóctonas.